Muchas veces nos pasamos y otras nos quedamos tan cortos. Conceptos como potencia mínima de arco, peso aconsejable de flecha, diámetro de corte de la punta, distancia óptima de impacto. Nunca parece que tengamos, como ocurre con un arma de fuego, una solución más o menos definida.
Si queremos determinar qué es lo importante en un tiro mortal, debemos convenir que es una buena colocación de la flecha. Este elemento que muchas veces se refiere como “shot placement “, jamás debería ponerse en riego a cambio de contar con un equipo más potente, una flecha con más energía cinética en vuelo, etc.
Un arma de fuego genera efectos colaterales, intrínsecos al despliegue de energía que produce una bala: cavitación, shock, etc,. Pero una flecha únicamente genera un sangrado, más o menos eficaz en función de solo unos pocos factores:
- Perfecta colocación
- Capacidad de penetración
- Diámetro de corte.
Con un arma de fuego, la enorme velocidad de la bala, casi deja fuera de cualquier participación, la actuación en el lance del animal. Con un arco, muchas veces la escasa velocidad de nuestra flecha, le da una ventaja de elusión a la pieza. Por eso no siempre disparos muy lejanos son mejores, y las más delas veces hay que contar también con la participación activa de las piezas.
Mayor velocidad de nuestra flecha, o mayor distancia al blanco, son con nuestras flechas elementos determinantes. No lo son tanto – en distancias normales – con un arma de fuego.
- Perfecta colocación de la flecha. -
¿En cuanto deberíamos ponderar este elemento en el pronóstico final del lance? ¿Un 80%? ¿Un 90%?. Todo es relativo, pero, un tiro mal colocado hace inútil cualquier selección de material, por lo que este debería de ser el elemento fundamental sobre el cual pilotar toda estrategia de un lance.
Las más de las veces, quienes hemos cazado o cazamos con arco, sabemos que en el mismo instante de la suelta, casi conocemos el resultado final. La mente analiza lo que la flecha está a punto de hacer, cuando y donde.
" Casi ", mi compañero de lances. Un maestro. Un gran Maestro.
Conocer lo más a fondo posible, la trayectoria de la flecha, su cadencia de vuelo y la forma en que interesará los distintos órganos vitales que ya hemos casi atisbado radiográficamente en el instante previo al disparo, nos da esta casi seguridad de óbito.
Una muerte rápida e incruenta que nos asegure un cobro lo más fácil posible es el objetivo de esta manera de ver las cosas.
- Capacidad de penetración.
De nada nos serviría tener un equipo que nos optimice este segundo elemento, si no hemos logrado una perfecta colocación del disparo.
Pero conseguido el primer y básico objetivo, intrínsecamente necesario, no siempre es suficiente, si la flecha no consigue penetrar lo suficiente, o generar un sagrado mínimo necesario. La capacidad de penetración de la flecha viene influida por muchos y diversos factores. Los más importantes son:
- Energía cinética de la flecha en el momento de impacto.
- Diámetro de corte de la punta de caza y diseño de la misma y ángulo de los filos, numero de hojas de punta.
- Tamaño, peso y defensas corporales de cada pieza.
La energía que transporta y con la que impacta la flecha en el animal, depende de la capacidad del generarla de nuestro arco (Potencia, eficiencia dinámica) y naturalmente de la masa de la propia flecha. Los parámetros en los que nos movemos en arquería están bastante acotados. Las potencias manejables en un arco rondan un límite de entre 50 y 80 libras. Además, no por mucho incrementar el peso de las flechas conseguiremos mayor energía o más velocidad. En consecuencia, los intervalos de selección de nuestro material quedan concretados en función del material que podamos manejar y, como veremos renglones abajo, por los requerimientos del animal a cazar.
En términos generales cuanta más anchura tenga la punta de caza más le costara penetrar en el animal.
Cuanto peor sea su afilado peor será su capacidad de penetración. Y lo mismo si el ángulo de las hojas es muy grande.
Cuanto mayor sea el número de hojas, más costara penetrar.
En resumen, la resistencia al corte de una flecha dependerá de estos factores y en consecuencia también su penetración.
Pero no seríamos claros si olvidásemos que las características de la pieza influyen, y cazando con arco influyen y mucho.
Un animal como un búfalo o un rinoceronte, requieren una energía de impacto y peso de flecha muy diferentes de los que necesitaría un gran jabalí o en su caso un ciervo. Por desgracia es demasiado frecuente que cazadores europeos utilicen arcos de potencias exageradas 70 u 80 libras, comprometiendo, con la dificultad de su manejo en situaciones reales de caza, una óptima colocación del disparo, en animales que con apenas 60 libras de potencia - o menos - sería más que suficiente.
Alejandro Martín “TioJander” www.arcodos.com Economista, Licenciado C.U.N.E.F. Consultor financiero facebook.com/tiojander.alejandromartin Intructor Caza con Arco.